Naturaleza y crianza: influencias de la herencia y el medio ambiente
En la actualidad está claro que, aunque ciertos trastornos físicos son casi 100% heredados, los fenotipos de la mayor parte de los rasgos normales, como los relacionados con la inteligencia y la personalidad, están sujetos a una gama compleja de fuerzas hereditarias y ambientales.
La genética de la conducta es un estudio cuantitativo de las influencias relativas de la herencia y el medio ambiente en la conducta.
La heredabilidad es un cálculo estadístico de la aportación que hace la herencia a las diferencias individuales en rasgos complejos dentro de una población dada.
Una estimación de heredabilidad elevada no significa que el medio ambiente no puede influir en un rasgo. Si el ambiente cambia, la estimación de heredabilidad también puede cambiar.
Indica sólo la medida estadística en que los genes contribuyen a generar las diferencias individuales en un rasgo de una población dada. La heredabilidad se expresa como un número que va de 0.0 a 1.0; cuanto mayor es el número, más grande será la heredabilidad de un rasgo, de modo que 1.0 significa que los genes son 100% la causa de las diferencias de un rasgo. Como la heredabilidad no se mide directamente, los investigadores de la genética de la conducta se apoyan, sobre todo, en tres tipos de estudios correlacionales: de familias, de adopción y de gemelos.
Cuando los gemelos monocigóticos son más concordantes (es decir, tienen una tendencia estadísticamente mayor a mostrar el mismo rasgo) que los dicigóticos, se destacan los probables efectos de la herencia.
La genética de la conducta es un estudio cuantitativo de las influencias relativas de la herencia y el medio ambiente en la conducta.
La heredabilidad es un cálculo estadístico de la aportación que hace la herencia a las diferencias individuales en rasgos complejos dentro de una población dada.
Una estimación de heredabilidad elevada no significa que el medio ambiente no puede influir en un rasgo. Si el ambiente cambia, la estimación de heredabilidad también puede cambiar.
Indica sólo la medida estadística en que los genes contribuyen a generar las diferencias individuales en un rasgo de una población dada. La heredabilidad se expresa como un número que va de 0.0 a 1.0; cuanto mayor es el número, más grande será la heredabilidad de un rasgo, de modo que 1.0 significa que los genes son 100% la causa de las diferencias de un rasgo. Como la heredabilidad no se mide directamente, los investigadores de la genética de la conducta se apoyan, sobre todo, en tres tipos de estudios correlacionales: de familias, de adopción y de gemelos.
Cuando los gemelos monocigóticos son más concordantes (es decir, tienen una tendencia estadísticamente mayor a mostrar el mismo rasgo) que los dicigóticos, se destacan los probables efectos de la herencia.
Herencia y Medio ambiente
A partir de la concepción, y durante toda la vida, el desarrollo se basa en una combinación de factores de constitución (los relacionados con la composición biológica y psicológica) y factores sociales, económicos y culturales. Cuanto más ventajosas sean estas circunstancias y las experiencias a que dan lugar, mayor es la probabilidad de tener un desarrollo óptimo.
El rango de reacción se refiere a la gama de expresiones posibles de un rasgo hereditario. Variabilidad potencial, que depende de las condiciones del medio ambiente, en la expresión de un rasgo hereditario.
La metáfora de la canalización ilustra cómo restringe la herencia el rango de desarrollo de algunos rasgos. Algunas características humanas, como el color de los ojos, están programadas con tanta fuerza por los genes que se dice que están sumamente canalizadas, es decir, existe poca oportunidad de variación en su expresión.
En los seres humanos, caminar y hablar son esenciales para el funcionamiento adulto por lo que no sorprende que estén altamente canalizadas.
La cognición y la personalidad están más sujetas a variaciones de las experiencias, como la familia en la que crecen los niños, la escuela a la que van y las personas con las que tratan.
La interacción entre medio ambiente y genotipo por lo general se refiere a los efectos de condiciones ambientales similares en individuos genéticamente diferentes, y el análisis de esas interacciones es una forma de conceptualizar y hablar acerca de las diferentes maneras en que naturaleza y crianza interactúan.
Correlación de genotipo y medio ambiente: tendencia de ciertas influencias genéticas y ambientales a reforzarse unas a otras; puede ser pasiva, reactiva (evocativa) o activa. También se llama covarianza de genotipo y medio ambiente.
Selección del nicho: tendencia de una persona, sobre todo al comienzo de la niñez, a buscar ambientes compatibles con su genotipo.
Ambiente no compartido
Estos efectos ambientales no compartidos son el resultado del ambiente único en el que crece cada niño de una familia. Los niños de una familia tienen un ambiente compartido, pero también, incluso si son gemelos, tienen experiencias que no comparten sus hermanos. Padres y hermanos pueden tratar a cada niño de manera distinta. Ciertos hechos, como enfermedades o accidentes, y las experiencias fuera de casa afectan a un niño y no a otro.
Desarrollo prenatal
Durante la gestación, el periodo entre la concepción y el nacimiento, el niño nonato pasa por procesos de desarrollo impresionantes. El rango normal de gestación fluctúa entre 37 y 41 semanas (Martin, Hamilton et al., 2009). La edad gestacional se toma desde el primer día del último ciclo menstrual de la futura madre.
Las pruebas de embarazo identifican la presencia de gonadotrofina coriónica humana, la cual es producida únicamente por embriones y fetos, de modo que no existen falsos positivos. Es posible que el embarazo no sea viable, pero una prueba positiva de embarazo brinda a la mujer información inequívoca de que ha ocurrido la concepción.
Primeros signos y síntomas del embarazo
- Mamas o pezones adoloridos e hinchados
- Cansancio; necesidad de dormir siestas
- Alguna hemorragia o cólicos
- Antojos
- Náuseas con o sin vómito
- Micción frecuente
- Frecuentes jaquecas leves
- Constipación
- Variaciones de ánimo
- Desvanecimiento y mareo
- Aumento de la temperatura basal
Etapas del desarrollo prenatal
El desarrollo prenatal tiene lugar en tres etapas: germinal, embrionario y fetal. En estas tres etapas de la gestación, el cigoto unicelular original se convierte en embrión y luego en feto.
- Etapa germinal (fertilización a dos semanas): transcurre desde la fertilización hasta las dos semanas de edad gestacional, el cigoto se divide, gana complejidad y se implanta en la pared del útero.
- Etapa embrionaria (dos a ocho semanas) Durante la etapa embrionaria, la segunda etapa de gestación, que va aproximadamente de la segunda a la octava semanas, se forman con rapidez los principales aparatos y sistemas orgánicos: aparato respiratorio, aparato digestivo y sistema nervioso. Es un periodo crítico, durante el cual el embrión es más vulnerable a influencias destructivas del ambiente prenatal. Cualquier aparato o estructura que esté en desarrollo en el momento de la exposición tiene más probabilidades de resultar afectado.
Los embriones más dañados no sobreviven al primer trimestre del embarazo. Un aborto espontáneo es la expulsión de un embrión o feto que no puede vivir fuera del útero. Hasta uno de cada cuatro embarazos reconocidos terminan en aborto espontáneo antes de que una mujer se percate de que está embarazada.
- Etapa fetal (ocho semanas hasta el nacimiento) La aparición de las primeras células óseas, alrededor de las ocho semanas, marca el comienzo de la etapa fetal, la última fase de la gestación. En este periodo, el feto crece rápidamente hasta unas 20 veces su longitud anterior y los aparatos y órganos incrementan su nivel de complejidad. Hasta el nacimiento, continúa el desarrollo de las uñas y los párpados.
Los científicos pueden observar los movimientos fetales por medio del ultrasonido, un método de ondas sonoras de alta frecuencia que permite detectar el contorno del feto. Con otros instrumentos se vigila el pulso, cambios en el nivel de actividad, estados de sueño y alerta y reactividad cardíaca.
Influencias ambientales: factores maternos
Como el ambiente prenatal es el cuerpo de la madre, casi todo lo que afecte su bienestar, desde lo que come hasta su estado de ánimo, altera el ambiente del nonato e incide en su crecimiento. Un teratógeno es un agente ambiental, como virus, drogas o radiación, que puede interferir con el desarrollo prenatal normal.
- Nutrición y peso de la madre: Si una mujer no gana el peso suficiente, es probable que su bebé sufra retardo de crecimiento en el útero, nazca prematuramente, experimente sufrimiento durante el parto o muera cerca del nacimiento. Las mujeres de peso y complexión normal que aumentan de ocho a 20 kilos tienen menos probabilidades de sufrir complicaciones de parto o de alumbrar bebés cuyo peso al nacer sea peligrosamente bajo o alto.
- Desnutrición: Es importante identificar la desnutrición a comienzos del embarazo, para que pueda tratarse. Las mujeres desnutridas que toman complementos dietéticos mientras están embarazadas tienen hijos más grandes, sanos, activos y alertas; y las mujeres con poco zinc que toman complementos diarios del elemento tienen menos probabilidades de alumbrar hijos con poco peso al nacer y circunferencia craneal pequeña.
- Actividad física y trabajo extenuante: El ejercicio regular impide el estreñimiento y mejora la respiración, la circulación, el tono muscular y la elasticidad de la piel, todo lo cual contribuye a un embarazo más cómodo y a un parto más fácil y seguro. Trabajar durante el embarazo por lo general no conlleva riesgos especiales. Sin embargo, las condiciones extenuantes, la fatiga ocupacional y largas horas de trabajo pueden asociarse con un riesgo mayor de nacimiento prematuro.
- Consumo de drogas: Prácticamente todo lo que toma una mujer embarazada llega al útero. Las drogas pueden cruzar la placenta, tal como el oxígeno, el dióxido de carbono y el agua. La vulnerabilidad es mayor en los primeros meses de gestación, cuando el desarrollo es más acelerado.
Medicamentos: ocasiona la atrofia o falta de extremidades, deformidades faciales graves y órganos defectuosos.
Alcohol: produce retraso mental. El síndrome de alcoholismo fetal (SAF) se caracteriza por una combinación de retraso del crecimiento, malformaciones del rostro y el cuerpo y trastornos del sistema nervioso central. La exposición prenatal al alcohol es un factor de riesgo que puede provocar la aparición de problemas y trastornos de alcoholismo en la juventud. Algunos efectos del SAF desaparecen, pero otros, como retraso, problemas de conducta y aprendizaje e hiperactividad, persisten.
Nicotina: incide en el bajo peso al nacer, aumenta el riesgo de aborto, retraso del crecimiento, muerte del feto, microcefalia, muerte del lactante, trastorno de hipercinesia (movimiento excesivo) y problemas respiratorios, neurológicos, cognoscitivos y conductuales a largo plazo.
Cafeína: Cuatro o más tazas de café al día durante el embarazo aumenta de manera notable el riesgo de muerte súbita en la infancia.
Mariguana: el consumo excesivo puede causar defectos congénitos, bajo peso al nacer, síntomas de abstinencia (mucho llanto y temblores) y mayor riesgo de sufrir trastornos de atención y problemas de aprendizaje a lo largo de la vida.
Cocaína: aborto espontáneo, crecimiento demorado, trabajo de parto prematuro, bajo peso al nacer, microcefalia, defectos congénitos y deterioro del desarrollo neurológico.
Metanfetaminas: probabilidades de sufrir bajo peso al nacer y de ser pequeños para su edad gestacional, la exposición prenatal a las metanfetaminas ha sido vinculada con daños en las áreas cerebrales del feto implicadas en el aprendizaje, la memoria y el control. Los niños expuestos a metanfetaminas tienen también menos materia blanca en el cerebro.
Enfermedades de la madre
- El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) es una enfermedad causada por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) que debilita el funcionamiento del sistema inmune. Si una mujer embarazada lleva el virus en la sangre, puede contagiarlo por transmisión perinatal: el virus cruza al torrente sanguíneo del feto por la placenta durante el embarazo, trabajo de parto o alumbramiento o, después de nacer, por la leche.
- Una infección llamada toxoplasmosis, causada por un parásito que se aloja en reses, ovejas y cerdos y en el intestino de los gatos, no manifiesta síntomas o los que produce son los de un resfriado común; pero en la mujer embarazada, sobre todo en el segundo y tercer trimestres del embarazo, puede causar daño cerebral fetal, deterioro grave de la vista o ceguera, convulsiones, aborto, mortinato o muerte infantil. Si el bebé sobrevive, puede tener problemas en el futuro, como infección de ojos, pérdida del oído y problemas de aprendizaje.
- Ansiedad y estrés maternal: los informes de estrés y ansiedad durante el embarazo se han asociado con un temperamento más activo e irritable en los recién nacidos, con déficit de atención en la valoración del desarrollo de niños de ocho meses en una evaluación del desarrollo y emociones negativas y trastornos de la conducta de preescolares. La depresión puede tener efectos negativos similares en el desarrollo.
- Edad de la madre: Aunque la mayor parte de los riesgos para la salud del niño no son muchos mayores que para los hijos de mujeres más jóvenes, la posibilidad de aborto o de parir un mortinato aumentan junto con la edad de la madre. Las madres adolescentes tienen más hijos prematuros o de bajo peso, quizá porque el organismo de las muchachas, que todavía está en crecimiento, consume nutrientes vitales que necesitaría el feto.
- Riesgos del ambiente externo: Contaminación ambiental, productos químicos, radiación, calor extremo o humedad y otros riesgos ambientales pueden afectar al desarrollo prenatal.
Las mujeres embarazadas que respiran de manera continua concentraciones elevadas de partículas de combustión suspendidas en el aire tienen más probabilidades de parir hijos prematuros o de talla baja o con anomalías cromosómicas.
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